REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO MIRANDA

PARTE DEMANDANTE: IRMA MARGARITA VELÁSQUEZ, mayor de edad, titular de la cédula de identidad número V-3.251.577.-
APODERADO JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDANTE: ROGER ALBERTO SALAS, inscrito en el Inpreabogado bajo el némero 25.214.-
PARTE DEMANDADA: ELSA DEL VALLE BELLORIN ESPAÑA, venezolana, mayor de edad y titular de la cédula de identidad número V-3.889.413.-
APODERADO JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDADA: RANDOLPH O. MOLLEGAS P., inscrito en el Inpreabogado bajo el número 69.301.-
MOTIVO: CUMPLIMIENTO DE CONTRATO.-
EXPEDIENTE: 23891.-

-I-
ACTUACIONES ANTE LA ALZADA
Por recibido el presente expediente ante el Tribunal distribuidor de causas en fecha dieciséis (16) de octubre de 2003, proveniente del Juzgado del Municipio Zamora de esta misma Circunscripción Judicial, en virtud del auto del día veinticinco (25) de agosto de 2003, que oyó en ambos efectos la apelación ejercida por el abogado Pedro Antonio Sangrona Orta, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte actora, contra la sentencia dictada en fecha seis (6) de mayo de 2003.-
-I-
ANTECEDENTES
Dictada como fue la sentencia definitiva que declaró Parcialmente Con Lugar la presente demanda, por lo que el apoderado judicial de la parte actora, apeló de la misma mediante diligencia de fecha veinticinco (25) de julio de 2003.-
Por auto de fecha veinticinco (25) de agosto de 2003, se oyó en ambos efectos, tal apelación, ordenando la remisión del expediente al Juzgado Distribuidor de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de esta misma Circunscripción Judicial.
Previo el sorteo de ley, le correspondió el conocimiento del presente recurso a este Tribunal, dándosele entrada mediante auto de fecha veintisiete (27) de octubre de 2003.-
Siendo la oportunidad para decidir, este Tribunal procede a hacerlo en los términos siguientes:
-II-
MOTIVA
De las actas procesales se evidencia que desde el día cinco (05) de diciembre de 2008, fecha en la cual el abogado Roger Alberto Salas, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 25.214, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte demandante, consignó –a su decir- copia simple de una transacción realizada en fecha veintiséis (26) de noviembre de 2008, ante la Oficina de Registro Público del Municipio Autónomo Zamora del Estado Miranda, quedando asentado bajo el N° 31, Protocolo Primero, Tomo N° 18. Por lo que el Tribunal en atención a dicho documento, mediante auto dictado el dieciocho (18) de febrero de 2009, le exhortó a clarificar dicha transacción, permaneciendo inactiva la causa desde la referida fecha, lo que hace presumir a este Juzgado que la recurrente no tiene interés jurídico en que el asunto objeto del recurso de apelación que ejerció contra la recurrida, sea resuelto por el Juez Superior que conoce del mismo mediante la sentencia respectiva, por lo que este Juzgado debe considerar que ha perdido interés en que el recurso propuesto sea decidido por esta Alzada en razón de su inactividad. Al respecto, nuestro máximo Tribunal de la República en sentencia de fecha 1 de junio de 2001, ratificada el 28 de octubre de 2003, sostiene lo siguiente:
“(…) Dentro de las modalidades de extinción de la acción, se encuentra-como apunta esta Sala- pérdida del interés, lo cual puede ser aprehendido por el juez sin que las partes lo aleguen, y que tiene lugar cuando el accionante no quiere que se sentencie la causa, lo que se objetiviza mediante la pérdida total de impulso procesal que le corresponde. Se trata de una situación distinta a la de la perención, donde el proceso se paraliza y transcurre el término que extingue la instancia, lo que lleva al juez a que de oficio o a instancia de parte, se declare tal extinción del procedimiento, quedándole al actor la posibilidad de incoar de nuevo la acción. El término de un año (máximo lapso para ello) de paralización, lo consideró el legislador suficiente para que se extinga la instancia, sin que se perjudique la acción, ni el derecho objeto de la pretensión, que quedan vivos, ya que mientras duró la causa la prescripción quedó interrumpida. No consideró el legislador que el supuesto de la perención, constituyese una falta de interés procesal, el cual no podía ser certificado por tan corto plazo de inactividad, y por ello la perención no perjudica la acción. Pero la inactividad que denota desinterés procesal, debido a su prolongación negativa en relación con lo que se pretende, debe tener otros efectos, ya que el derecho de obtener con prontitud la decisión correspondiente (artículo 26 constitucional, como tal derecho de la parte, debe ejercerse. (…) La pérdida del interés procesal que causa la decadencia de la acción que se patentiza por no tener el accionante interés en que se le sentencie, surge en dos claras oportunidades procesales. Una, cuando habiéndose interpuesto la acción, sin que el juez haya admitido o negado la demanda, se deja inactivo el juicio, por un tiempo suficiente que hace presumir al juez que el actor realmente no tiene interés procesal, que no tiene interés en que se le administre justicia, debido a que deja de instar al tribunal a tal fin (…) La otra oportunidad (tentativa) en la que puede decaer la acción por falta de interés, es cuando la causa se paraliza en estado de sentencia. Tal parálisis conforme a los principios generales de la institución, no produce la perención, pero si ella rebasa los términos de prescripción del derecho objeto de la pretensión, sin que el actor pida o busque que se sentencie, lo que clara y objetivamente surge es una pérdida del interés en la sentencia en que se componga el proceso en que se declare el derecho deducido…”. (Negritas y subrayado del Tribunal).-

En atención a lo anterior, este Juzgado estima que se ha verificado la pérdida del interés por parte del accionado para obtener la sentencia que resuelva el recurso interpuesto, pues la causa ha estado paralizada desde el dieciocho (18) de febrero de 2009. En tal virtud, se declara que existe pérdida del interés de la recurrente en la resolución de la apelación que ejerciera contra la sentencia dictada el seis (06) de mayo de 2003, proferida por el Juzgado del Municipio Zamora de esta misma Circunscripción Judicial, y así se decide.

-IV-
DISPOSITIVA
En mérito de todo cuanto antecede, este Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con sede en Los Teques, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara la PÉRDIDA DEL INTERÉS DE LA RECURRENTE EN LA RESOLUCIÓN DEL PRESENTE RECURSO incoada por el abogado Pedro Antonio Sangrona Orta, inscrito en el Inpreabogado bajo el número 30.282, actuando con el carácter de apoderado judicial de la ciudadana IRMA MARGARITA VELÁSQUEZ, parte demandante, en el juicio que por CUMPLIMIENTO DE CONTRATO siguiera en contra de la ciudadana ELSA DEL VALLE BELLORÍN ESPAÑA, todos plenamente identificados en el encabezamiento del presente fallo.-
Dada la naturaleza del presente fallo no hay condenatoria en costas.-
Para darle cumplimiento a lo establecido en el artículo 248 eiusdem, déjese copia certificada de la anterior sentencia.-
PUBLÍQUESE, REGÍSTRESE Y NOTIFÍQUESE.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción del Estado Miranda. Los Teques, a los _________________________ de Dos Mil Once (2011). Años 201° de la Independencia y 152° de la Federación.-
LA JUEZA TITULAR,

ELSY MADRIZ QUIROZ.
LA SECRETARIA TITULAR,

RUTH GUERRA MONTAÑEZ.

En la misma fecha se publicó y registró la anterior sentencia, siendo las _____________.-
LA SECRETARIA TITULAR,






EMQ*Wdrr.-
Exp. 23891.-