REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
TRIBUNAL PRIMERO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS DE LOS MUNICIPIOS PLAZA Y ZAMORA DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA, CON SEDE EN GUATIRE
Municipio1.civil.guatire@gmail.com

Guatire, quince (15) de noviembre del año 2024
214° y 165°

SOLICITANTE: LIZBETH DEL VALLE SALAZAR DE HERNANDEZ, venezolana, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº V-11.485.407. –
CONYUGUE DE LA
SOLICITANTE: JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nº V-15.797.651.-

ABOGADO ASISTENTE: FELIX MANUEL BONALDE ALCOCER, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº V-3.900.409, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA) bajo el N° 73.124. –

MOTIVO: DIVORCIO

SOLICITUD: N° 14144. –


I
NARRATIVA

En fecha dieciséis (16) de septiembre del año dos mil veinticuatro (2024), la ciudadana, LIZBETH DEL VALLE SALAZAR DE HERNANDEZ, venezolana, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº V-11.485.407, asistida por el abogado FELIX MANUEL BONALDE ALCOCER, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº V-3.900.409, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA) bajo el N° 73.124, presentaron ante la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos (URDD) del Circuito Judicial Civil de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Plaza y Zamora de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, escrito de solicitud de DIVORCIO con fundamento en el artículo 185 del Código Civil, en concordancia con la Sentencia Nº 1070 de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y en la Sentencia Nº 136 del treinta (30) de marzo del año 2017 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, correspondiéndole por distribución a este Juzgado, según se evidencia de sorteo N° 21, de fecha 16/09/2024, mediante el cual expusieron y solicitaron en resumen lo siguiente:
1° Que en fecha nueve (09) de junio del año dos mil veintidós (2022), contrajo matrimonio civil con el ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nº V-15.797.651, por ante la Primera Autoridad Civil de la Parroquia Maiquetía, Municipio Vargas estado La Guaira, tal y como se evidencia en el certificado de matrimonio, el cual quedó asentado bajo el Acta Nº 360, folio 111.-
2° Que establecieron su último domicilio conyugal en la siguiente dirección: “Urbanización Castillejo, Conjunto Residencial Montaña Linda, Primera Calle, casa Nº 03, Parroquia Guatire, Municipio Zamora Estado Miranda”.
3° Que durante su unión conyugal no procrearon hijos. -
4° Que durante su unión matrimonial no adquirieron bienes muebles ni inmuebles de gran valor, por lo que nada tienen que liquidarse conforme a derecho. –
5° Que “(…)Ahora bien, ciudadana Juez es el caso que durante el primer año de matrimonio todo marcho bien, la convivencia fue armoniosa y estuvo basada en el respeto, la tolerancia, el afecto mutuo y la comprensión; cumpliendo cada una de nuestras obligaciones conyugales. Pero surgieron desavenencias, mentiras, engaños que nos fueron distanciando como pareja haciendo imposible nuestra vida en común, deje de tenerle afecto a mi aún esposo como pareja, solo lo respeto como persona, no existiendo actualmente ningún vínculo afectivo o apego sentimental, que me una a él; destacando que jamás pretendí, ni pretendo reconciliación, por lo que manifiesto mi voluntad de poner fin a la relación matrimonial por invocación expresa de desafecto, que de acuerdo a lo plasmado en el contenido de la Sentencia N° 1070 de fecha 09 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y que aquí reproduzco: (...) al momento en el cual perece el afecto y cariño ocurre el nacimiento del desafecto, el cual es definido por la Real Academia Española como la falta de estima por algo o alguien a quien se muestra desvío o indiferencia. Dicho desafecto consiste en la pérdida gradual del apego sentimental, habiendo de una disminución del interés por el otro, que conlleva a una sensación creciente de apatía, indiferencia y alejamiento emocional, lo que con el tiempo lleva a que los pensamientos positivos que existían hacia él o la cónyuge cambien a sentimientos negativos o neutrales..." Como consecuencia de los hechos narrados, ciudadano Juez respetuosamente solicito decrete la disolución del vínculo conyugal, todo conforme al contenido del artículo 185 del Código Civil, en concordancia a la Sentencia N° 1070 de fecha 09 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que contempla el divorcio por desafecto, solicitud que hago ante Usted de acuerdo a su competencia como Juez de esta Jurisdicción (...)”

Consignaron recaudos que rielan en autos desde folio ocho (08) al once (11) inclusive, los cuales se identifican a continuación:
a) Certificado de Matrimonio, el cual quedó asentado bajo el Acta Nº 360, folio 111, de fecha nueve (09) de junio del año 2022, lo cual consta en el Archivo de Registro Civil de la Parroquia Maiquetía del Municipio Vargas estado La Guaira, cursante al folio ocho (08). –
b) Copia simple de Cédula de Identidad Nº V-11.485.407, correspondiente a la solicitante, ciudadana LIZBETH DEL VALLE SALAZAR DE HERNANDEZ, cursante al folio nueve (09).-
c) Copia simple de Cédula de Identidad Nº V-15.797.651, correspondiente al ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, cursante al folio doce (12). –
d) Copia simple del carnet de Inpreabogado Nº 73.124, correspondiente al Profesional del Derecho, ciudadano FELIX MANUEL BONALDE ALCOCER, cursante al folio once (11).-

En fecha veinticinco (25) de septiembre del año 2024: Se dictó auto dándole entrada a la presente solicitud, y se anotó el libro respectivo, asignándosele el N° 14144 (de la nomenclatura interna de este Juzgado). Igualmente se instó a los solicitantes a consignar los recaudos pertinentes. -
En fecha veintiséis (26) de septiembre del año 2024: Compareció la solicitante, ciudadana LIZBETH DEL VALLE SALAZAR ROJAS, debidamente asistida por el abogado FELIX MANUEL BONALDE ALCOCER, ambos plenamente identificados, consignando los recaudos respectivos. En esta misma fecha, la solicitante identificada Ut Supra, otorgó poder Apud-Acta al profesional del Derecho plenamente identificado. Por último, la Secretaria Accidental de este Juzgado Abg. ANA ISABEL GARCIA MARTINEZ, hizo constar que identifico al poderdante.
En fecha treinta (30) de septiembre del año 2024: Se dictó auto de admisión en la presente solicitud y se ordenó librar boleta de citación al ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, identificado Ut Supra y boleta de notificación a la Fiscal del Ministerio Público Nº 13, a objeto que emitiera opinión respecto al presente procedimiento como parte de buena fe. En esta misma fecha se cumplió con lo ordenado.
En fecha ocho (08) de octubre del año 2024: Compareció el ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de Identidad Nº V-15.797.651, asistido por el Profesional del Derecho FELIX MANUEL BONALDE ALCOCER, previamente identificado, con el fin de darse por notificado en la presente solicitud de divorcio.-
En fecha once (11) de octubre del año 2024: La Secretaria Accidental de este Juzgado La Abg. ANA ISABEL GARCIA MARTINEZ, hizo constar, que previo suministro de los fotostatos consignados por la parte interesada, y en cumplimiento al auto de fecha treinta (30) de septiembre del presente año, se libró un (01) juego de copia certificada que fue anexada a la boleta de Notificación, respectiva. En esta misma fecha, la Alguacil de este Juzgado, funcionaria KATERINE MEJIAS, dejó constancia mediante informe que recibió los emolumentos necesarios para su traslado. -
En fecha dieciséis (16) de octubre del año 2024: La Alguacil de este Juzgado, funcionaria KATERINE MEJIAS, dejó constancia mediante informe que en esa misma fecha (16//10/2024), se trasladó a la Fiscalía Décima Tercera (13°) de Ministerio Público y consignó Boleta de Notificación debidamente firmada.
Ahora bien, conforme al criterio vinculante establecido por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia mediante sentencia Nº 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017, a través de la cual, acogiéndose a la doctrina de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, estableció el procedimiento a seguirse en caso de que se alegue como fundamento del divorcio el desafecto o la incompatibilidad de caracteres, esta Juzgadora procede a resolver la presente petición en los siguientes términos:

II
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
Este Juzgado antes de emitir el pronunciamiento de Ley, considera necesario acotar que el matrimonio civil es una institución jurídica creada por el Legislador debido a que tradicionalmente la familia -célula fundamental de la sociedad- se constituye y se desarrolla en ella. Así, el ordenamiento jurídico venezolano, ha creado un conjunto de normas tendientes a proteger la integridad de dicha institución jurídica.
En este sentido, se observa que el único acto jurídico válido que disuelve el matrimonio es el divorcio. Así tenemos, que el artículo 185 del Código Civil Venezolano, establece siete (07) causales, las cuales en un principio tenían un carácter taxativo, en donde, una vez probadas en juicio, disolvían el vínculo conyugal, lo cual suponía un juicio de carácter contencioso regulado en el artículo 754 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
No obstante, mediante sentencia Nº 693 de fecha dos (02) de junio del año 2015, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, estableció el siguiente criterio interpretativo constitucional con carácter vinculante del artículo 185 del Código Civil Venezolano:
“…las causales de divorcio contenidas en el artículo 185 del Código Civil no son taxativas, por lo que cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en común, en los términos señalados en la sentencia Nº 446/2014, ampliamente citada en este fallo; incluyéndose el mutuo consentimiento.”

De manera pues, que, conforme a la nueva doctrina imperante del Tribunal Supremo de Justicia, se evidencia el carácter enunciativo que tienen las causales del divorcio contenidas en el artículo 185 del Código Civil.

En este mismo sentido, mediante sentencia No. 1070, de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado Juan José Mendoza Jover, estableció el siguiente criterio interpretativo constitucional con carácter vinculante:

“Por lo tanto, el matrimonio se erige como la voluntad de las partes, nacida del afecto, para lograr los fines de la vida en pareja y durante su lapso de vida constituir el pilar fundamental de la sociedad organizada: la familia. Así pues, en nuestra sociedad el contrato de matrimonio nace a través de un vínculo afectivo de libre consentimiento preexistente entre dos personas de distinto sexo, mediante el cual se genera una serie de derechos y deberes con el fin de realizar una vida en comunidad. Dentro de este orden de ideas, la institución romana del affectio maritalis trataba acerca de la voluntad de ser marido o de ser mujer, viniendo a ser el sustento fundamental del matrimonio, por lo que ha de ser continua y su ruptura desembocaba en el divorcio. Siendo, así las cosas, el afecto, proveniente del latín affectus, refiere a un sentimiento, el cual es el resultado de las emociones, hacia a alguien o algo, especialmente de amor o cariño, por lo que podemos concluir que el afecto o cariño es la principal fuente del matrimonio y de su permanencia.
Es de agregar, tal y como en la institución del affectio maritalis, dicho afecto que origina la unión de una pareja en matrimonio debe ser permanente, por cuanto éste es la fuente directa de la creación del contrato matrimonial y la existencia, de hecho, del vínculo marital depende de tal afecto. En este sentido, al momento en el cual perece el afecto y cariño ocurre el nacimiento del desafecto, el cual es definido por la Real Academia Española como la falta de estima por algo o alguien a quien se muestra desvío o indiferencia. Dicho desafecto consiste en la pérdida gradual del apego sentimental, habiendo de una disminución del interés por el otro, que conlleva a una sensación creciente de apatía, indiferencia y de alejamiento emocional, lo que con el tiempo lleva a que los sentimientos positivos que existían hacia la o el cónyuge cambien a sentimientos negativos o neutrales.
(…OMISSIS…)
Es evidente entonces, que cuando aparece el fenómeno del desafecto o la incompatibilidad entre los cónyuges, resulta fracturado y acabado, de hecho, el vínculo matrimonial, por cuanto ya no existe el sentimiento afectuoso que originó dicha unión, más, sin embargo, esto no implica que, desde el punto de vista jurídico se haya roto la unión matrimonial.
Por lo tanto y en razón de encontrarse, de hecho, roto tal vínculo que originó el contrato de matrimonio, este no debe de seguir surtiendo efectos en el mundo jurídico, motivo por el cual no se puede someter a un procedimiento controversial al cónyuge que alegue o haga evidenciar el desafecto o la incompatibilidad de caracteres en su demanda de divorcio, pues esta Sala estando en franca sintonía con el respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en la sentencia 693/2015, estableció la posibilidad de que la ruptura jurídica del vínculo matrimonial se pueda generar por causas no previstas en la legislación patria, es decir, que el desafecto y la incompatibilidad de caracteres, creadores de disfunciones en el matrimonio y la familia, siendo esta la base fundamental para el desarrollo de la sociedad, pueden ser alegados con el fin de obtener una sentencia que disuelva el vínculo jurídico que une a los cónyuges, para así lograr el desenvolvimiento efectivo de los principios, valores y derechos constitucionales que rigen la materia, así como la protección familia y de los hijos –si es el caso- habidos durante esa unión matrimonial en la cual se produjo el desafecto o la incompatibilidad señalada.
(…OMISSIS…)
En consecuencia, considera esta Sala que con la manifestación de incompatibilidad o desafecto para con el otro cónyuge apareja la posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo dispuesto en el artículo 185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante de esta Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio contenciosas.”

De lo antes señalado, se colige que la institución del matrimonio se centra en el affectio maritalis, referido a la voluntad de ser marido o de ser mujer, lo cual conlleva a un sentimiento positivo nacido de las emociones de amor y respeto mutuo de una persona hacia otra de distinto sexo, y viceversa, en donde prime el consentimiento, lo cual conlleva al libre desenvolvimiento de la personalidad, sentimiento el cual debe constituir la principal fuente y pilar de dicha institución jurídica, y por tanto el requisito sine qua non para su permanencia en el tiempo.

En este orden de ideas, a fin de afianzar el fundamento a la presente decisión, vale destacar el pronunciamiento sobre el punto de marras realizado la Sala de Casación Civil en la sentencia Nº 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017 del Tribunal Supremo de Justicia la cual expresa:
“(…) Esta Sala de Casación Civil acoge los criterios doctrinales y jurisprudenciales antes citados, especialmente la sentencia N° 1070 dictada con carácter vinculante por la Sala Constitucional en fecha 09 de diciembre de 2016, y concluye que cualquiera de los cónyuges que así lo desee, podrá demandar el divorcio por las causales previstas en el artículo 185 del Código Civil, o por cualquier otro motivo, como la incompatibilidad de caracteres o desafecto, sin que quepa la posibilidad de que manifestada la ruptura matrimonial de hecho, se obligue a alguno de los cónyuges a mantener el vínculo jurídico cuando éste ya no lo desea, pues de lo contrario, se verían lesionados derechos constitucionales como el libre desenvolvimiento de la personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, el de constituir legalmente una familia, y otros derechos sociales que son intrínsecos a la persona.
(…OMISSIS…)
Cuando uno de los cónyuges manifieste la incompatibilidad de caracteres o el desafecto para con el esposo o la esposa, el procedimiento de divorcio no requiere de un contradictorio, ya que es suficiente el deseo de no seguir en matrimonio por parte del cónyuge solicitante para que se decrete el divorcio, en armonía con los preceptos constitucionales y las sentencias vinculantes supra desarrolladas, pues es evidente que el libre desarrollo de la personalidad como parte del derecho a la libertad, definen un espacio de autonomía individual, de inmunidad, frente al poder estatal, cuya interdicción sólo procede bajo causas específicas.
Entonces, cuando la causal de divorcio verse sobre el desamor, el desafecto o la incompatibilidad de caracteres, el procedimiento a seguir será el de la jurisdicción voluntaria, establecido en los artículos del 895 al 902 del Código de Procedimiento Civil, ordenando la citación del otro cónyuge (quien deberá comparecer representado o debidamente asistido de abogado) y del Fiscal del Ministerio Público, pues una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…”. Así lo refleja la sentencia 1070/2016 supra transcrita de la Sala Constitucional, procedimiento en el cual fue suprimida la articulación probatoria, ya que tal manifestación no puede depender de la valoración subjetiva que haga el juez de la entidad de la razón del solicitante.
Por último, ratifica esta Sala que el fin que deben perseguir los Tribunales, es producir como jueces naturales conforme lo dispone el artículo 49 de la Carta Política, una decisión que entienda el divorcio como una solución al conflicto marital surgido entre los cónyuges, con el propósito de la protección familiar y de aligerar la carga emocional de la misma. Cabe destacar que no obstante el procedimiento apropiado para tramitar la solicitud de divorcio que en este punto se ha abordado, sin lugar a dudas que la correspondiente decisión proferida por el Tribunal causará cosa juzgada material a tenor de lo previsto en el artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, sería un absurdo considerar que toda la interpretación progresiva de carácter constitucional (vinculante) dada a la institución del divorcio en aras –entre otros aspectos- de materializar en él un procedimiento célere, breve y expedito pudiera sacrificar la fuerza de cosa juzgada material.
Por ello, una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial, “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…” máxime si cualquier posible discusión en cuanto a una eventual reconciliación estaría –como ocurre en el sub iudice- fuera de contexto por ser ajena a las defensas que se plantearen, sin condicionantes probatorios, pues no existe prueba del sentimiento de desafecto ya que ello no está vinculada a condiciones ni a hechos comprobables; por el contrario, debe depender de la libre manifestación de voluntad del cónyuge de disolver el vínculo por la terminación del afecto, lo cual es más acorde con las exigencias constitucionales del libre consentimiento que impone el derecho de libre desarrollo de la personalidad y sin que el procedimiento pretenda invadir la esfera privada del cónyuge solicitante y sin cuestionar el libre desarrollo de su personalidad, pues las relaciones conyugales se establecen para vivir manteniendo el vínculo afectivo, por lo que a través del procedimiento de jurisdicción voluntaria el Juez cuenta un
amplio margen de discrecionalidad para acordar la demanda y sus pretensiones y de conformidad al artículo 11 del Código ritual, pueda, en casos excepcionales de duda, requerir alguna prueba que considere indispensable, sin permitírsele al Juez inmiscuirse en el libre desarrollo de la personalidad del individuo al valorar los motivos por los cuales el solicitante adoptó la decisión. El trámite es estrictamente objetivo y nada invasivo de la esfera individual del o la solicitante. Todo ello obedece al respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en las sentencias de la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, N° 446, del 15 de mayo de 2014, expediente N° 14-
094; N° 693, de fecha 2 de junio de 2015, expediente N° 12-1163; y N° 1070, del 9 de diciembre de 2016, expediente N° 16-916. Así se decide”

Si bien, nuestro legislador en un principio estableció normas sustantivas y adjetivas tendientes a proteger la institución jurídica del matrimonio, la Sala Constitucional del Máximo Tribunal de la República, en su actividad progresista y pedagógica ha señalado que el consentimiento es un requisito indispensable no sólo para contraer matrimonio, sino además para que éste perdure en el tiempo. Es por ello, que ha permitido acertadamente la invocación de otras causales para solicitar la disolución del vínculo conyugal, pues una determinada persona tiene el derecho a adquirir un estado civil distinto y/o de decidir formar una nueva familia.
Así, entonces siendo el affectio maritalis, esto es, el sentimiento positivo de amor de una persona hacia otra de distinto sexo, y el principal cimiento sobre el cual se constituye la unión matrimonial, puede pasar que con el transcurso del tiempo y/o la convivencia en pareja, uno de ellos o ambos gradualmente en su interior vaya transformando esos sentimientos positivos, en neutrales o negativos, en cuyo último caso, puede conllevar a que los cónyuges enfrenten situaciones conflictivas prolongadas, en donde el respeto mutuo y los demás deberes conyugales pueden verse afectados, a tal punto de verificarse frecuentemente o indefinidamente su incumplimiento.
Debido a ello, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, enalteciendo el dinamismo del derecho, el cual debe ir a la par con la evolución de la sociedad, ha introducido en el Ordenamiento Jurídico Positivo Venezolano la modalidad del divorcio bajo la causal del desafecto, en cuyo caso -tal como se estableció en la Ut Supra decisión- su trámite no precisa de un contradictorio, ya que en este caso los cónyuges alegan y demuestran el profundo deseo de no seguir unidos en matrimonio, como manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, lo cual difiere de las demandas de divorcio de carácter contenciosas.
En virtud de lo anterior, las formalidades que se deben cumplir en esta modalidad de divorcio son la citación del otro cónyuge, y la del Fiscal del Ministerio Público, todo en sintonía con la decisión No. 1070, de fecha 9 de diciembre de 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
Es por ello, que una vez cumplida con dichas formalidades de ley, y plasmada la expresión de voluntad de los solicitantes de pretender la disolución de vínculo conyugal en base de la causal del desafecto o incompatibilidad de caracteres, el Juez sin más dilación, esto es, sin apertura del lapso probatorio alguno, deberá decretar el divorcio, debido a que la manifestación de voluntad efectuada por los cónyuges solicitantes no puede depender de la valoración subjetiva del juzgador.
En el caso de autos, se observa que la ciudadana LIZBETH DEL VALLE SALAZAR DE HERNANDEZ, venezolana, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad Nº V-11.485.407, fundamento su petición en el desafecto, manifestando que: “(…) Ahora bien, ciudadana Juez es el caso que durante el primer año de matrimonio todo marcho bien, la convivencia fue armoniosa y estuvo basada en el respeto, la tolerancia, el afecto mutuo y la comprensión; cumpliendo cada una de nuestras obligaciones conyugales. Pero surgieron desavenencias, mentiras, engaños que nos fueron distanciando como pareja haciendo imposible nuestra vida en común, deje de tenerle afecto a mi aún esposo como pareja, solo lo respeto como persona, no existiendo actualmente ningún vínculo afectivo o apego sentimental, que me una a él; destacando que jamás pretendí, ni pretendo reconciliación, por lo que manifiesto mi voluntad de poner fin a la relación matrimonial por invocación expresa de desafecto, que de acuerdo a lo plasmado en el contenido de la Sentencia N° 1070 de fecha 09 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y que aquí reproduzco: (...) al momento en el cual perece el afecto y cariño ocurre el nacimiento del desafecto, el cual es definido por la Real Academia Española como la falta de estima por algo o alguien a quien se muestra desvío o indiferencia. Dicho desafecto consiste en la pérdida gradual del apego sentimental, habiendo de una disminución del interés por el otro, que conlleva a una sensación creciente de apatía, indiferencia y alejamiento emocional, lo que con el tiempo lleva a que los pensamientos positivos que existían hacia él o la cónyuge cambien a sentimientos negativos o neutrales (...)" Como consecuencia de los hechos narrados, ciudadano Juez respetuosamente solicito decrete la disolución del vínculo conyugal, todo conforme al contenido del artículo 185 del Código Civil, en concordancia a la Sentencia N° 1070 de fecha 09 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que contempla el divorcio por desafecto, solicitud que hago ante Usted de acuerdo a su competencia como Juez de esta Jurisdicción”, y que el ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad Nº V-15.797.651, se dio por notificado el ocho (08) de octubre del año 2024 y aceptó la solicitud en todas y cada una de sus partes, interpuesta por este Tribunal.”
De igual forma, se observa que la cónyuge, solicitante señaló que durante el vínculo matrimonial no procreo hijos con el ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, identificado Ut Supra, siendo que esta nueva modalidad de divorcio es de carácter no contencioso o de jurisdicción voluntaria, permite concluir en quien decide que éste Juzgado tiene competencia para conocer sobre el presente asunto. La representante del Ministerio Público como parte de buena fe, no emitió opinión al efecto, hecho éste que no es impedimento alguno para emitir pronunciamiento en la presente solicitud.
En virtud de lo anterior, y visto lo expuesto por la cónyuge solicitante, así como el ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, anteriormente identificado, quien ha manifestado su voluntad inequívoca de peticionar el divorcio fundamentado en la pérdida del affectio maritalis, esto es, en el desafecto de su parte hacia su cónyuge; y considerando el criterio interpretativo constitucional con carácter vinculante que ha establecido la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, del artículo 185 del Código Civil, a través de la Sentencia No. 693 de fecha dos (2) de junio de 2015, en la cual permite a los cónyuges solicitar el Divorcio por cualquier otra causal, así como el criterio establecido con carácter vinculante en la decisión No. 1070, de fecha 9 de diciembre de 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la cual se hace referencia a la causal del desafecto y estando notificado el Ministerio Público, lo cual hace presumir a esta Sentenciadora, que no existe impedimento para la disolución del vínculo legal contraído por los cónyuges, concluye quien suscribe que se cumplieron los supuestos establecidos en la ley, para considerar PROCEDENTE en derecho solicitud de DIVORCIO POR DESAFECTO de los ciudadanos LIZBETH DEL VALLE SALAZAR ROJAS y JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, venezolanos, mayores de edad y titulares de las Cédulas de Identidad Nros. V-11.485.407 y V-15.797.651. ASÍ SE DECIDE. –

III
DISPOSITIVA
En base a los hechos narrados, el derecho invocado y con fuerza de lo antes expuesto, este Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Plaza y Zamora de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, con sede en Guatire, Administrando Justicia en nombre de la República y por Autoridad de la Ley, de conformidad con lo establecido en los artículos 12 y 243 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con lo previsto en la sentencia N° 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017 emanada de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia declara CON LUGAR la solicitud de divorcio presentada por la ciudadana LIZBETH DEL VALLE SALAZAR ROJAS, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de Identidad Nº V-11.485.407, representada Judicialmente por el profesional del Derecho FELIX MANUEL BONALDE ALCOCER, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº V-3.900.409, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA) bajo el N° 73.124, en relación con el ciudadano JUAN CARLOS RANGEL FARIAS, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº V-15.797.651, asistido por el Profesional del Derecho identificado Ut Supra, en consecuencia queda DISUELTO EL VINCULO MATRIMONIAL que los une, contraído por ellos el día nueve (09) de junio del año 2022, a partir del momento en que la presente decisión quede definitivamente firme.
Déjese copia certificada de la presente decisión de conformidad con lo establecido en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese y regístrese.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Plaza y Zamora de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, con sede en Guatire, a los quince (15) días del mes de noviembre del año dos mil veinticuatro (2024). Publíquese en el portal web WWW.TSJ.GOB.VE. Años 214º de la Independencia y 165º de la Federación.-
LA JUEZ,

Abg. ADRIANA BEATRIZ REVANALES ARMAS
LA SECRETARIA Acc.,

Abg. ANA ISABEL GARCÍA MARTINEZ
En esta misma fecha, se publicó y registró la presente decisión, siendo las doce y cincuenta y ocho minutos de la tarde (12:58 a.m.), dejándose copia debidamente certificada de la misma en el copiador de sentencias llevado por ante este Tribunal a tenor de lo establecido en el Artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.
LA SECRETARIA Acc.,

Abg. ANA ISABEL GARCÍA MARTINEZ
ABRA/aigm/Zuleima. -
DIVORCIO.-
Solicitud Nº 14144. -