REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
TRIBUNAL PRIMERO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS DE LOS MUNICIPIOS PLAZA Y ZAMORA DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA, CON SEDE EN GUATIRE
Municipio1.civil.guatire@gmail.com
Guatire, nueve (09) de enero del año 2025.
214° y 165°
SOLICITANTES: JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS y YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, venezolanos mayores de edad y titulares de las Cédulas de Identidad, Nos V-22.558.580 y V-22774.750, respectivamente. –
ABOGADO ASISTENTE: ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad N° V-22.560.699, inscrito el Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA) bajo el N° 315.516. –
MOTIVO: DIVORCIO
SOLICITUD: N° 14201. –
I
NARRATIVA
En fecha quince (15) de octubre del año dos mil veinticuatro (2024), los ciudadanos JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS y YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, venezolanos mayores de edad y titulares de las Cédulas de Identidad, Nos V-22.558.580 y V-22774.750, respectivamente, debidamente asistidos por el profesional del Derecho ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad N° V-22.560.699, inscrito el Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA) bajo el N° 315.516, presentaron escrito de solicitud de DIVORCIO con fundamento con la sentencia N° 1070 de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y en concordancia con la Sentencia N° 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017. dictada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, correspondiéndole por distribución a este Juzgado, según se evidencia de sorteo N° 41, mediante el cual expusieron y solicitaron en resumen lo siguiente:
1° Que en fecha veinticuatro (24) de agosto del año dos mil dieciocho (2018), contrajeron matrimonio civil por ante el Registro Civil del Municipio Zamora del Estado Bolivariano de Miranda, tal y como se evidencia en Acta de Matrimonio Nº 315, Tomo II, folio 65, del libro de Registro Civil de Matrimonios del año 2018.-
2° Que establecieron su último domicilio conyugal en la siguiente dirección: “Guatire, Calle Mariño, Casa S/N, Urbanización el Progreso, Municipio Zamora del Estado Bolivariano de Miranda”.-
3° Que durante su unión conyugal no procrearon hijos. -
4° Que durante su unión matrimonial no adquirieron bienes. –
5° Que “… Nuestra relación desde el principio y por varios años fue armoniosa y estuvo basada en el respeto, la tolerancia, el afecto mutuo y la compresión; cumpliendo cada uno con nuestras obligaciones conyugales. Pero es el caso ciudadano juez que en nuestra relación surgieron desavenencias que nos fueron distanciando como pareja haciendo imposible nuestra vida en común a tal punto que deje de tenerle afecto a mi aun esposa como pareja, solo la respeto como persona, no existiendo actualmente ningún vínculo afectivo o apego sentimental que me una a ella; asimismo, he de resaltar que tomando en consideración que me separe de hecho de mi aun esposas, interrumpiendo definitivamente nuestra vida en común el siete (07) DE OCTUBRE DEL AÑO (2024). estábamos viviendo a partir de esa fecha cada uno en residencias diferentes; destacando que jamás pretendí ni pretendo reconciliación alguna; por lo que manifiesto ante usted mi voluntad de poner fin a la relación matrimonial por invocación expresa del desafecto e incompatibilidad de caracteres, que de acuerdo a lo plasmado en el contenido de la Sentencia N° 1070 del 9 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia…”.
Consignaron recaudos que rielan en autos del folio once (11) al catorce (14), ambos inclusive, los cuales se identifican a continuación:
a) Copia certificada de Acta de Matrimonio bajo el Nº 315, Tomo II, folio 65, de fecha veinticuatro (24) de agosto del año dos mil dieciocho (2018), correspondiente a los ciudadanos JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS y YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, identificados Ut Supra, cuya certificación fue expedida ante el Registro Civil del Municipio Zamora del Estado Bolivariano de Miranda, en esa misma fecha 24/08/2018, cursante al folio once (11) y su vto. –
b) Copia simple de las Cédulas de Identidad Nos. V-22.774.750 y V-22.558.580, correspondiente a los ciudadanos YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS y JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS, respectivamente, cursantes del folio doce (12) al folio trece (13). –
c) Copia simple del (INPREABOGADO) N° 315.516, correspondiente al Abogado ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, cursante al folio catorce (14). –
En fecha dieciséis (16) de octubre del año 2024: Se dictó auto dándole entrada a la presente solicitud, y se anotó el libro respectivo, asignándosele el N° 14201 (de la nomenclatura interna de este Juzgado). Igualmente se instó a los solicitantes a consignar los recaudos pertinentes y una vez consten en autos los mismos, se procederá a proveer lo conducente. –
En fecha veintinueve (29) de octubre del año 2024: Compareció el ciudadano JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS, asistido por el profesional del Derecho ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, identificados Ut supra y consignó recaudos respectivos. –
En fecha primero (01) de noviembre del año 2024: Se dictó auto instando a la parte solicitante a subsanar un error involuntario al momento de transcribir el escrito de solicitud donde mencionan notificar de manera personal a la ciudadana YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, identificada Ut Supra, conforme al artículo 218, del Código de Procedimiento Civil, donde se indica que el presente divorcio fue realizado de mutuo acuerdo. –
En fecha trece (13) de noviembre del año 2024: Compareció el ciudadano JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS, asistido por el profesional del Derecho ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, identificados Ut supra, consignando mediante diligencia en cumplimento a lo ordenado en el auto de fecha 13/11/2024, y seguidamente es esa misma oportunidad consignó dirigencia donde el ciudadano ya nombrado JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS, confirió poder Apud Acta a dicho profesional del derecho. Seguidamente la Secretaria del Tribunal Abg. Ana Isabel García Martínez, dejo constancia de haber identificado al poderdante. –
En fecha dieciocho (18) de noviembre del año 2024: Se dictó auto admitiendo la solicitud, ordenándose librar boleta de notificación al Fiscal 13° del Ministerio Público. En esta misma fecha se libraron Boleta de Notificación y del mismo modo se INSTO a la parte solicitante a consignar los fotostatos necesarios a los fines de ser anexadas las copias debidamente certificadas por secretaria a las mencionadas Boletas. –
En fecha veinticinco (25) de noviembre del año 2024: Compareció el profesional del Derecho ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, identificado Ut Supra, consignando mediante diligencia los fotostatos requeridos dándole cumpliendo con lo ordenado en auto de ADMISION de fecha 18/11/2024. Seguidamente en esta misma fecha la Alguacil de este Juzgado KATERINE MEJIAS, dejó constancia mediante informe que recibió los emolumentos necesarios para su traslado. –
En fecha veintisiete (27) de noviembre del año 2024: La Secretaria Accidental de este Tribunal la Abg. ANA ISABEL GARCÍA MARTÍNEZ, hizo constar mediante nota de secretaria que, previo suministro de los fotostatos respectivos por la parte interesada, expidió un (01) juego de copias certificadas conforme lo establecido en los Artículos 111 y 122 del Código de Procedimiento Civil y se anexo a la boleta del Fiscal del Ministerio Publico. –
En fecha veintiocho (28) de noviembre del año 2024: La Alguacil de este Juzgado KATERINE MEJIAS, dejó constancia mediante informe que en esa misma fecha (28/11/2024), se trasladó a la Fiscalía Décima Tercera (13°) de Ministerio Público y consignó Boleta de Notificación debidamente sellada y firmada. –
Ahora bien, conforme al criterio vinculante establecido por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia mediante sentencia Nº 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017, a través de la cual, acogiéndose a la doctrina de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, estableció el procedimiento a seguirse en caso de que se alegue como fundamento del divorcio el desafecto o la incompatibilidad de caracteres, esta Juzgadora procede a resolver la presente petición en los siguientes términos:
II
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
Este Juzgado antes de emitir el pronunciamiento de Ley, considera necesario acotar que el matrimonio civil es una institución jurídica creada por el Legislador debido a que tradicionalmente la familia -célula fundamental de la sociedad- se constituye y se desarrolla en ella. Así, el ordenamiento jurídico venezolano, ha creado un conjunto de normas tendientes a proteger la integridad de dicha institución jurídica.
En este sentido, se observa que el único acto jurídico válido que disuelve el matrimonio es el divorcio. Así tenemos, que el artículo 185 del Código Civil Venezolano, establece siete (07) causales, las cuales en un principio tenían un carácter taxativo, en donde, una vez probadas en juicio, disolvían el vínculo conyugal, lo cual suponía un juicio de carácter contencioso regulado en el artículo 754 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
No obstante, mediante sentencia Nº 693 de fecha dos (02) de junio del año 2015, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, estableció el siguiente criterio interpretativo constitucional con carácter vinculante del artículo 185 del Código Civil Venezolano:
“…las causales de divorcio contenidas en el artículo 185 del Código Civil no son taxativas, por lo que cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en común, en los términos señalados en la sentencia Nº 446/2014, ampliamente citada en este fallo; incluyéndose el mutuo consentimiento.”
De manera pues, que, conforme a la nueva doctrina imperante del Tribunal Supremo de Justicia, se evidencia el carácter enunciativo que tienen las causales del divorcio contenidas en el artículo 185 del Código Civil.
En este mismo sentido, mediante sentencia No. 1070, de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado Juan José Mendoza Jover, estableció el siguiente criterio interpretativo constitucional con carácter vinculante:
“Por lo tanto, el matrimonio se erige como la voluntad de las partes, nacida del afecto, para lograr los fines de la vida en pareja y durante su lapso de vida constituir el pilar fundamental de la sociedad organizada: la familia. Así pues, en nuestra sociedad el contrato de matrimonio nace a través de un vínculo afectivo de libre consentimiento preexistente entre dos personas de distinto sexo, mediante el cual se genera una serie de derechos y deberes con el fin de realizar una vida en comunidad. Dentro de este orden de ideas, la institución romana del affectio maritalis trataba acerca de la voluntad de ser marido o de ser mujer, viniendo a ser el sustento fundamental del matrimonio, por lo que ha de ser continua y su ruptura desembocaba en el divorcio. Siendo, así las cosas, el afecto, proveniente del latín affectus, refiere a un sentimiento, el cual es el resultado de las emociones, hacia a alguien o algo, especialmente de amor o cariño, por lo que podemos concluir que el afecto o cariño es la principal fuente del matrimonio y de su permanencia.
Es de agregar, tal y como en la institución del affectio maritalis, dicho afecto que origina la unión de una pareja en matrimonio debe ser permanente, por cuanto éste es la fuente directa de la creación del contrato matrimonial y la existencia, de hecho, del vínculo marital depende de tal afecto. En este sentido, al momento en el cual perece el afecto y cariño ocurre el nacimiento del desafecto, el cual es definido por la Real Academia Española como la falta de estima por algo o alguien a quien se muestra desvío o indiferencia. Dicho desafecto consiste en la pérdida gradual del apego sentimental, habiendo de una disminución del interés por el otro, que conlleva a una sensación creciente de apatía, indiferencia y de alejamiento emocional, lo que con el tiempo lleva a que los sentimientos positivos que existían hacia la o el cónyuge cambien a sentimientos negativos o neutrales.
(…OMISSIS…)
Es evidente entonces, que cuando aparece el fenómeno del desafecto o la incompatibilidad entre los cónyuges, resulta fracturado y acabado, de hecho, el vínculo matrimonial, por cuanto ya no existe el sentimiento afectuoso que originó dicha unión, más, sin embargo, esto no implica que, desde el punto de vista jurídico se haya roto la unión matrimonial.
Por lo tanto y en razón de encontrarse, de hecho, roto tal vínculo que originó el contrato de matrimonio, este no debe de seguir surtiendo efectos en el mundo jurídico, motivo por el cual no se puede someter a un procedimiento controversial al cónyuge que alegue o haga evidenciar el desafecto o la incompatibilidad de caracteres en su demanda de divorcio, pues esta Sala estando en franca sintonía con el respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en la sentencia 693/2015, estableció la posibilidad de que la ruptura jurídica del vínculo matrimonial se pueda generar por causas no previstas en la legislación patria, es decir, que el desafecto y la incompatibilidad de caracteres, creadores de disfunciones en el matrimonio y la familia, siendo esta la base fundamental para el desarrollo de la sociedad, pueden ser alegados con el fin de obtener una sentencia que disuelva el vínculo jurídico que une a los cónyuges, para así lograr el desenvolvimiento efectivo de los principios, valores y derechos constitucionales que rigen la materia, así como la protección familia y de los hijos –si es el caso- habidos durante esa unión matrimonial en la cual se produjo el desafecto o la incompatibilidad señalada.
(…OMISSIS…)
En consecuencia, considera esta Sala que con la manifestación de incompatibilidad o desafecto para con el otro cónyuge apareja la posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo dispuesto en el artículo 185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante de esta Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio contenciosas.”
De lo antes señalado, se colige que la institución del matrimonio se centra en el affectio maritalis, referido a la voluntad de ser marido o de ser mujer, lo cual conlleva a un sentimiento positivo nacido de las emociones de amor y respeto mutuo de una persona hacia otra de distinto sexo, y viceversa, en donde prime el consentimiento, lo cual conlleva al libre desenvolvimiento de la personalidad, sentimiento el cual debe constituir la principal fuente y pilar de dicha institución jurídica, y por tanto el requisito sine qua non para su permanencia en el tiempo.
En este orden de ideas, a fin de afianzar el fundamento a la presente decisión, vale destacar el pronunciamiento sobre el punto de marras realizado la Sala de Casación Civil en la sentencia Nº 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017 del Tribunal Supremo de Justicia la cual expresa:
“(…) Esta Sala de Casación Civil acoge los criterios doctrinales y jurisprudenciales antes citados, especialmente la sentencia N° 1070 dictada con carácter vinculante por la Sala Constitucional en fecha 09 de diciembre de 2016, y concluye que cualquiera de los cónyuges que así lo desee, podrá demandar el divorcio por las causales previstas en el artículo 185 del Código Civil, o por cualquier otro motivo, como la incompatibilidad de caracteres o desafecto, sin que quepa la posibilidad de que manifestada la ruptura matrimonial de hecho, se obligue a alguno de los cónyuges a mantener el vínculo jurídico cuando éste ya no lo desea, pues de lo contrario, se verían lesionados derechos constitucionales como el libre desenvolvimiento de la personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, el de constituir legalmente una familia, y otros derechos sociales que son intrínsecos a la persona.
(…OMISSIS…)
Cuando uno de los cónyuges manifieste la incompatibilidad de caracteres o el desafecto para con el esposo o la esposa, el procedimiento de divorcio no requiere de un contradictorio, ya que es suficiente el deseo de no seguir en matrimonio por parte del cónyuge solicitante para que se decrete el divorcio, en armonía con los preceptos constitucionales y las sentencias vinculantes supra desarrolladas, pues es evidente que el libre desarrollo de la personalidad como parte del derecho a la libertad, definen un espacio de autonomía individual, de inmunidad, frente al poder estatal, cuya interdicción sólo procede bajo causas específicas.
Entonces, cuando la causal de divorcio verse sobre el desamor, el desafecto o la incompatibilidad de caracteres, el procedimiento a seguir será el de la jurisdicción voluntaria, establecido en los artículos del 895 al 902 del Código de Procedimiento Civil, ordenando la citación del otro cónyuge (quien deberá comparecer representado o debidamente asistido de abogado) y del Fiscal del Ministerio Público, pues una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…”. Así lo refleja la sentencia 1070/2016 supra transcrita de la Sala Constitucional, procedimiento en el cual fue suprimida la articulación probatoria, ya que tal manifestación no puede depender de la valoración subjetiva que haga el juez de la entidad de la razón del solicitante.
Por último, ratifica esta Sala que el fin que deben perseguir los Tribunales, es producir como jueces naturales conforme lo dispone el artículo 49 de la Carta Política, una decisión que entienda el divorcio como una solución al conflicto marital surgido entre los cónyuges, con el propósito de la protección familiar y de aligerar la carga emocional de la misma. Cabe destacar que no obstante el procedimiento apropiado para tramitar la solicitud de divorcio que en este punto se ha abordado, sin lugar a dudas que la correspondiente decisión proferida por el Tribunal causará cosa juzgada material a tenor de lo previsto en el artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, sería un absurdo considerar que toda la interpretación progresiva de carácter constitucional (vinculante) dada a la institución del divorcio en aras –entre otros aspectos- de materializar en él un procedimiento célere, breve y expedito pudiera sacrificar la fuerza de cosa juzgada material.
Por ello, una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial, “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…” máxime si cualquier posible discusión en cuanto a una eventual reconciliación estaría –como ocurre en el sub iudice- fuera de contexto por ser ajena a las defensas que se plantearen, sin condicionantes probatorios, pues no existe prueba del sentimiento de desafecto ya que ello no está vinculada a condiciones ni a hechos comprobables; por el contrario, debe depender de la libre manifestación de voluntad del cónyuge de disolver el vínculo por la terminación del afecto, lo cual es más acorde con las exigencias constitucionales del libre consentimiento que impone el derecho de libre desarrollo de la personalidad y sin que el procedimiento pretenda invadir la esfera privada del cónyuge solicitante y sin cuestionar el libre desarrollo de su personalidad, pues las relaciones conyugales se establecen para vivir manteniendo el vínculo afectivo, por lo que a través del procedimiento de jurisdicción voluntaria el Juez cuenta un
amplio margen de discrecionalidad para acordar la demanda y sus pretensiones y de conformidad al artículo 11 del Código ritual, pueda, en casos excepcionales de duda, requerir alguna prueba que considere indispensable, sin permitírsele al Juez inmiscuirse en el libre desarrollo de la personalidad del individuo al valorar los motivos por los cuales el solicitante adoptó la decisión. El trámite es estrictamente objetivo y nada invasivo de la esfera individual del o la solicitante. Todo ello obedece al respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en las sentencias de la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, N° 446, del 15 de mayo de 2014, expediente N° 14-
094; N° 693, de fecha 2 de junio de 2015, expediente N° 12-1163; y N° 1070, del 9 de diciembre de 2016, expediente N° 16-916. Así se decide”
Si bien, nuestro legislador en un principio estableció normas sustantivas y adjetivas tendientes a proteger la institución jurídica del matrimonio, la Sala Constitucional del Máximo Tribunal de la República, en su actividad progresista y pedagógica ha señalado que el consentimiento es un requisito indispensable no sólo para contraer matrimonio, sino además para que éste perdure en el tiempo. Es por ello, que ha permitido acertadamente la invocación de otras causales para solicitar la disolución del vínculo conyugal, pues una determinada persona tiene el derecho a adquirir un estado civil distinto y/o de decidir formar una nueva familia.
Así, entonces siendo el affectio maritalis, esto es, el sentimiento positivo de amor de una persona hacia otra de distinto sexo, y el principal cimiento sobre el cual se constituye la unión matrimonial, puede pasar que con el transcurso del tiempo y/o la convivencia en pareja, uno de ellos o ambos gradualmente en su interior vaya transformando esos sentimientos positivos, en neutrales o negativos, en cuyo último caso, puede conllevar a que los cónyuges enfrenten situaciones conflictivas prolongadas, en donde el respeto mutuo y los demás deberes conyugales pueden verse afectados, a tal punto de verificarse frecuentemente o indefinidamente su incumplimiento.
Debido a ello, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, enalteciendo el dinamismo del derecho, el cual debe ir a la par con la evolución de la sociedad, ha introducido en el Ordenamiento Jurídico Positivo Venezolano la modalidad del divorcio bajo la causal del desafecto, en cuyo caso -tal como se estableció en la Ut Supra decisión- su trámite no precisa de un contradictorio, ya que en este caso los cónyuges alegan y demuestran el profundo deseo de no seguir unidos en matrimonio, como manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, lo cual difiere de las demandas de divorcio de carácter contenciosas.
En virtud de lo anterior, las formalidades que se deben cumplir en esta modalidad de divorcio son la citación del otro cónyuge, y la del Fiscal del Ministerio Público, todo en sintonía con el artículo 185 del Código Civil en concordancia con la sentencia N° 1070 de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Es por ello, que una vez cumplida con dichas formalidades de ley, y plasmada la expresión de voluntad de los solicitantes de pretender la disolución de vínculo conyugal en base de la causal del desafecto o incompatibilidad de caracteres, el Juez sin más dilación, esto es, sin apertura del lapso probatorio alguno, deberá decretar el divorcio, debido a que la manifestación de voluntad efectuada por los cónyuges solicitantes no puede depender de la valoración subjetiva del juzgador.
En el caso de autos, se observa que los ciudadanos JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS y YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, venezolanos mayores de edad y titulares de las Cédulas de Identidad, Nos V-22.558.580 y V-22.774.750, respectivamente, fundamentaron su petición en el desafecto, manifestando Que“… Nuestra relación desde el principio y por varios años fue armoniosa y estuvo basada en el respeto, la tolerancia, el afecto mutuo y la compresión; cumpliendo cada uno con nuestras obligaciones conyugales. Pero es el caso ciudadano juez que en nuestra relación surgieron desavenencias que nos fueron distanciando como pareja haciendo imposible nuestra vida en común a tal punto que deje de tenerle afecto a mi aun esposa como pareja, solo la respeto como persona, no existiendo actualmente ningún vínculo afectivo o apego sentimental que me una a ella; asimismo, he de resaltar que tomando en consideración que me separe de hecho de mi aun esposas, interrumpiendo definitivamente nuestra vida en común el siete (07) DE OCTUBRE DEL AÑO (2024). estábamos viviendo a partir de esa fecha cada uno en residencias diferentes; destacando que jamás pretendí ni pretendo reconciliación alguna; por lo que manifiesto ante usted mi voluntad de poner fin a la relación matrimonial por invocación expresa del desafecto e incompatibilidad de caracteres, que de acuerdo a lo plasmado en el contenido de la Sentencia N° 1070 del 9 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia…”.
De igual forma, se observa que los cónyuges solicitantes señalaron que durante el vínculo matrimonial no procrearon hijos, siendo que esta nueva modalidad de divorcio es de carácter no contencioso o de jurisdicción voluntaria, permite concluir en quien decide que éste Juzgado tiene competencia para conocer sobre el presente asunto. La representante del Ministerio Publico como parte de buena fe, no emitió opinión al efecto, hecho éste que no es impedimento alguno para emitir pronunciamiento en la presente solicitud.
En virtud de lo anterior, y visto lo expuesto por los cónyuges solicitantes, quienes han manifestado su voluntad inequívoca de peticionar el divorcio fundamentado en la pérdida del affectio maritalis, esto es, en el desafecto de su parte hacia su cónyuge; y considerando el criterio interpretativo constitucional con carácter vinculante que ha establecido la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con la sentencia N° 1070 de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y en concordancia con la Sentencia N° 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017. dictada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia en la cual se hace referencia a la causal del desafecto y estando notificado el Ministerio Público, lo cual hace presumir a esta Sentenciadora, que no existe impedimento para la disolución del vínculo legal contraído por los cónyuges solicitantes, concluye quien suscribe que se cumplieron los supuestos establecidos en la ley, para considerar PROCEDENTE en derecho solicitud de DIVORCIO POR DESAFECTO de los ciudadanos JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS y YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, venezolanos mayores de edad y titulares de las Cédulas de Identidad, Nos V-22.558.580 y V-22.774.750, respectivamente. ASÍ SE DECIDE. –
III
DISPOSITIVA
En base a los hechos narrados, el derecho invocado y con fuerza de lo antes expuesto, este Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Plaza y Zamora de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, con sede en Guatire, Administrando Justicia en nombre de la República y por Autoridad de la Ley, conformidad con lo establecido en los artículos 12 y 243 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con la sentencia N° 1070 de fecha nueve (09) de diciembre del año 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y con la Sentencia N° 136 de fecha treinta (30) de marzo del año 2017. dictada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, declara CON LUGAR la solicitud de divorcio presentada por los JESUS ALBERTO RODRIGUEZ BASTIDAS y YISBEL ALBANYS OLIVEROS NAVAS, venezolanos mayores de edad y titulares de las Cédulas de Identidad, Nos V-22.558.580 y V-22.774.750, respectivamente, debidamente asistidos por el profesional del Derecho ANTONIO JOSE NIEVES RODRIGUEZ, venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad N° V-22.560.699, inscrito el Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA) bajo el N° 315.516, en consecuencia, DISUELTO EL VINCULO MATRIMONIAL que los une, contraído por ellos el día 24 de agosto del año 2018, a partir del momento en que la presente decisión quede definitivamente firme.
Déjese copia certificada de la presente decisión de conformidad con lo establecido en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.
De igual manera, se ordena librar Oficio a la Oficina de Registro Principal del estado Bolivariano de Miranda, y a la Oficina del Registro Civil del Municipio Zamora del Estado Bolivariano de Miranda, anexo a las copias certificadas respectivas que serán expedidas por la Secretaria de este Juzgado previa consignación de los fotostatos necesarios por parte de los interesados, todo con fundamento a lo establecido en los artículos 506 y 507 del Código Civil así como en los artículos 101, ordinal 6º y 152 de la Ley Orgánica de Registro Civil. –
Publíquese y regístrese.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Plaza y Zamora de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Miranda, con sede en Guatire, a los nueve (09) días del mes de enero del año dos mil veinticinco (2025). - Publíquese en el portal web WWW.TSJ.GOB.VE. Años 214º de la Independencia y 165º de la Federación. –
LA JUEZ,
Abg. ADRIANA BEATRIZ REVANALES ARMAS
LA SECRETARIA Acc.,
Abg. ANA ISABEL GARCÍA MARTINEZ
En esta misma fecha, se publicó y registró la presente decisión, siendo las doce y cincuenta y ocho minutos de la tarde (12:58 p.m.), dejándose copia debidamente certificada de la misma en el copiador de sentencias llevado por ante este Tribunal a tenor de lo establecido en el Artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.
LA SECRETARIA Acc.,
Abg. ANA ISABEL GARCÍA MARTINEZ
ABRA/aigm/Maria.
DIVORCIO.
Solicitud Nº 14201.
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