Noticia Detallada - TSJ Regiones

El día de hoy Jueves 11 de Diciembre de 2003, con ocasión del Día Nacional del Juez, se celebró una Misa en la Catedral San Felipe Neri, de la ciudad de Los Teques, y luego se realizó un acto de ofrenda ante la Estatua Ecuestre del Libertador Simón Bolívar, con la presencia de los Jueces de Primera Instancia Civil, Mercantil y Tránsito, los Jueces de Primera Instancia de Protección del Niño y del Adolescente, de los Jueces de los Municipios Carrizal y Guaicaipuro, de los Jueces Laborales ubicados en Los Teques, y del Juez Rector, en dicho acto, el ciudadano Juez Dr. Humberto Angrisano, Titular del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito, dirigio a los presentes las siguientes palabras con ocasión de la celebración de este día:

Cuando iniciamos los estudios de Derecho, la meta era ser abogado de la República. Más, cuando trajinamos los recintos de los tribunales, la presencia docta y responsable del juez se tornó en un objetivo que por si solo significa la realización profesional, signo inequívoco del éxito.

No obstante vale destacar y con énfasis que el éxito no es un destino, es un camino. Camino que como dijera Machado ¿se hace al andar¿, el juez es él arbitro del que depende la esencia y verdad de la justicia. Se convierte en eterno estudiante de procedimientos, filosofía, doctrina, jurisprudencia y en conocimiento profundo que le permita el análisis de las leyes de la Nación para su cabal interpretación y justa aplicación.

En un Estado como Venezuela, cuya carta magna lo consagra republicano y expresamente democrático, la figura del juez constituye, en esencia, garantía; particularmente democracia serena y constructiva, la democracia que no se engaña en su aversión instintiva al Cesarismo, la democracia que es la antipatía del derecho a la fuerza como base de autoridad del imperio de la razón sobre el capricho, como regla de gobierno.

Los gobiernos, han sido representantes tardíos de los esfuerzos por imponer y ejercitar las normativas ideológicas nacidas de la genialidad visionaria de siglos anteriores, cuando no de importaciones transculturales ajenas al querer y al sentir de los pueblos, se suceden en lenta y a veces equivocada implementación de un sistema democrático que cada vez se aleja más de la raíz utópica griega y se afianza en la implantación de totalitarismos superados en algunos sentidos y redivivos en otros muchos.

La Justicia, madre de todas las virtudes según Bolívar, se encuentra conformada por el respeto y la consideración mutua, la riqueza compartida en función del esfuerzo de todos y por todos; la libertad, igualdad y fraternidad surgida de la convivencia pacifica y toma de conciencia gregaria; libertad bajo el imperio del Derecho, el derecho a la subsistencia, al bienestar del progreso, al trabajo y la recreación, salud, educación y seguridad, usufructo de las estructuras de la civilización, en fin y en sí, el derecho a la vida.

Hoy, cuando Venezuela celebra el día nacional del juez, no puedo más que compartir el honor de serlo, expresar él porque el juez se sublimiza, para ello, basta decir que de nuestras decisiones dependen, en algunos casos, las garantías de las propiedades privadas consagradas en la constitución y en otros, el don más preciado del ser humano... su Libertad y no exagero cuando agrego, la suerte misma de la familia nacional.

Hago propicia la ocasión para hacer público reconocimiento a los colaboradores de nuestros tribunales, así como la participación siempre valiosa de las demás autoridades de la jurisdicción y de todos los profesionales del Derecho que depositan su confianza en la idoneidad, honorabilidad y honestidad de la conducta judicial de los jueces.

Es el momento de hacer la historia presente y finalmente que Venezuela sea cada día más un país regido por jueces probos, es decir, la aspiración del gobierno regido por aquellos que tienen como principal norte... la justicia.

Reciban todas y todos un efusivo y cordial s